Cuarta victoria de la temporada para
Sebastian Vettel que, tras una buena salida, consiguió superar a su máximo rival para el título,
Lewis Hamilton, viéndose favorecido además por el toque que el británico sufrió por parte de
Kimi Räikkönen en los primeros compases de carrera y que le relegó a la última posición de carrera cuando aún no se habían cubierto las tres primeras curvas del trazado. A pesar de esa circunstancia, la superioridad del alemán y, en especial, de las prestaciones mostradas por
Ferrari en esta ocasión, no parecieron poner en peligro su victoria, si bien la aparición, casi sucesiva, de dos
safety car, aminoró su ventaja, ajustando las posiciones en el último tramo de la prueba.