Mónaco, 3 de junio de 1973

Tras resistir los asaltos de Emerson Fittipaldi (Lotus), Jackie Stewart (Tyrrell) consigue igualar el récord de victorias en grandes premios de otro escocés, Jim Clark (25).

Tras una salida en tromba que le situó en cabeza de carrera en la primera vuelta, Cevert tuvo que entrar en su taller a cambiar un neumático dañado.
Tras una salida en tromba que le situó en cabeza de carrera en la primera vuelta, Cevert tuvo que entrar en su taller a cambiar un neumático dañado.

Ocupando la misma posición en la parrilla de salida del gran premio de Mónaco que Jean-Pierre Beltoise en el año anterior (cuarto tiempo en calificaciones), François Cevert realizó en 1973 una sorprendente salida, al igual que hiciera su cuñado un año antes, para colocarse en cabeza. Pero ahí acabó la comparación. Ya que, contrariamente a 1972, aquel 3 de junio de 1973 hacía un tiempo radiante; el circuito monegasco había sufrido profundas transformaciones; y, además, Cevert tuvo que pararse brevemente en su taller en la segunda vuelta, aniquilando con ello toda posibilidad de reeditar la famosa cabalgada en solitario de Jean-Pierre.

¿El circuito de Mónaco transformado…? Eso es lo menos que se podría decir.  En primer lugar el túnel: había sido sensiblemente alargado con respecto al precedente y además era menos sombrío, pues ahora contaba con claraboyas. Después, a partir del «Bureau de tabac», el trazado se había modificado completamente: descendía más cerca del mar, bordeaba la «Piscina» (nueva también), antes de llegar a un encadenamiento de curvas cerradas para evitar el restaurante «La Rascasse», por debajo de lo que antes era la horquilla del «Gazomètre». Esta última era, hasta aquel momento, el punto esencial donde se producían los adelantamientos. Su desaparición tendría unas consecuencias que aún hasta hoy se siguen sufriendo: los adelantamientos en Mónaco se convertían en aleatorios… ¡por no decir que imposibles!

La lección no aprendida de Cevert

Ken Tyrrell había repetido a Cevert en numerosas ocasiones que, en este circuito, todo exceso de entusiasmo se pagaba más caro que en otros lugares. Lección que recordaba desde el gran premio de 1968 en el que, tras cuatro vueltas de ensueño en cabeza del grupo, las esperanzas de Johnny Servoz-Gavin se acababan contra las barreras de la chicane.

Campeón en título, Emerson Fitipaldi al volante de su JPS-Lotus 72E, luchó por la victoria hasta el último momento.
Campeón en título, Emerson Fitipaldi al volante de su JPS-Lotus 72E, luchó por la victoria hasta el último momento.

Tumbado tras la carrera, tanto por la fatiga como por la decepción, a pesar de haber conseguido finalmente la cuarta posición, François no trataba de ocultar su error comentando: «Mi neumático delantero derecho se desinfló de repente tras apenas rozar el borde de la acera en el Casino. No sentí siquiera el golpe en el volante, ya que el roce fue tan ligero…» 

A pesar de todo, Tyrrell no tenía todo perdido. En su parada, Cevert dejaba en cabeza a Peterson (Lotus) que precedía a Regazzoni (BRM). Stewart les seguía muy de cerca, por delante de Fittipaldi. Con problemas de alimentación de gasolina, Peterson estuvo en dos ocasiones a punto de abandonar. Aunque, recurriendo a la bomba de gasolina eléctrica de su motor Cosworth, pudo en ambas ocasiones relanzar su máquina y conseguir la sexta plaza. En cuanto a Regazzoni, en pocas vueltas, terminó quemando sus frenos mal refrigerados. De esa forma, Stewart y Fittipaldi se enfrentaban en una lucha por la primera posición.

Los campeones del mundo 1971 y 1972 libraron, desde ese momento, una batalla más o menos cerrada en función de los rezagados que encontraban, y de la buena voluntad que cada uno de ellos mostraba para no interferirlos. A pesar de que la diferencia entre el Tyrrell nº 5 y el Lotus nº 1 llegó hasta los 12 segundos a mitad de carrera, en su tramo final Emerson conseguía situarse a la estela de su rival hostigándole sin tregua.

Aunque con una vuelta de retraso, Cevert se mantuvo durante la carrera en la estela de Stewart.
Aunque con una vuelta de retraso, Cevert se mantuvo durante la carrera en la estela de Stewart.

Aunque con una vuelta de retraso sobre su compañero de equipo (y maestro), Cevert, situado en cuarta posición tras su incidente inicial, se mantuvo durante mucho tiempo tras él. Los adelantamientos de los rezagados terminaron por distanciar a los dos pilotos de Tyrrell. Viendo a Fittipaldi aproximarse a él, François se apartó deportivamente en Mirabeau, cediéndole obligadamente el paso: «Para no interferir en la lucha por la cabeza», explicaría el francés.

Esa maniobra no fue muy apreciada por Ken Tyrrell que le reprochó: «Pienso que a Emerson le tendría que haber costado mucho más superarte. Pudo habernos costado caro, ya que entre Jackie y él a la llegada… ¡¡¡¡no hubo más que 1» 3!!!».

Un trompo tras la llegada

Las últimas vueltas fueron asfixiantes ya que Fittipaldi no concedía ningún respiro a Stewart. A pesar de todo, el escocés venció, muy ajustadamente, firmando una histórica victoria, su vigésimo quinta, igualando así las de su tristemente desaparecido compatriota escocés Jim Clark, el único hasta entonces en haber superado las veinticuatro victorias del mítico Juan Manuel Fangio.

Con su victoria, Jackie Stewart igualaba el record de victorias en grandes premios, hasta entonces en poder de otro escocés: Jim Clark.
Con su victoria, Jackie Stewart igualaba el récord de victorias en grandes premios, hasta entonces en poder de otro escocés: Jim Clark.

Mientras que Stewart recibía la copa de manos de los príncipes Rainiero y Grace, se demoró mucho la llegada de Fittipaldi a talleres. Cuando finalmente lo hizo, su Lotus mostraba incomprensibles estigmas de un accidente. Muy sonriente, el brasileño explicó: «Quise felicitar a Jackie por su vigésima quinta victoria. En el túnel intenté ponerme a la altura de su Tyrrell. Entonces él me esperaba de un lado y yo me presenté por el otro, nuestras ruedas se tocaron y no pude evitar el trompo».

¿Un trompo tras la llegada de la carrera…? Tras bajarse del Lotus, Emerson continuaba comentando entre sonrisas su anécdota en el momento en el que Colin Chapman, patrón de su equipo, llegaba para felicitarle. En aquellas épocas, no existían aún en los grandes premios los directores de comunicación y los pilotos se expresaban con absoluta franqueza y naturalidad. Era una época en la que aquellos «gentlemen» tenían siempre algo que decir, como la metedura de pata que Cevert había reconocido poco antes. Ciertamente existían las rivalidades, pero no estaban alimentadas más que por el interés puramente deportivo.

   1973 . Stewart

                Clasificación final

  1. Jackie Stewart (Tyrrell-Ford 006) – 1h57’44»3 (130,298 km/h)
  2. Emerson Fittipaldi (JPS-Ford 72E) a 1’’3
  3. Ronnie Peterson (JPS-Ford 72E) a 1 vuelta.
  4. François Cevert (Tyrrell-Ford 006) a 1 vuelta.
  5. Peter Revson (McLaren-Ford M23) a 2 vueltas.
  6. Denny Hulme (McLaren-Ford M23) a 2 vueltas.

 

Johnny Rives / Sport Auto – Agosto 2012Johnny Rives trabajó en la rúbrica “auto” de L’Equipe de 1960 a 1996, en Sport-Auto de 1973 a 1980 y en la TF1 (Televisión francesa) de 1993 a 1996.

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