Spa – Francorchamps, 9 de junio de 1968

Johnny Rives (*) / Sport Auto – Abril 2013

Bruce McLaren consigue su primera victoria en el campeonato del mundo con un F1 llevando su propio nombre. La marca que creó en 1963, McLaren, celebra ahora su 50º aniversario.

Aquel 9 de junio de 1968, Bruce McLaren creó una sensación especial adjudicándose el gran premio de Bélgica, ya que pilotaba un McLaren. Era 1968 y la nueva reglamentación de la F1, estrenada dos años antes, alcanzaba al fin su madurez con la creación de espectaculares monoplazas.

9 de junio de 1968 - Spa-Francorchamps / Fecha histórica en el mundo de la F1. Bruce McLaren obtiene la primera victoria de un monoplaza de F1 construido y desarrollado por su propio piloto
9 de junio de 1968 – Spa-Francorchamps / Fecha histórica en el mundo de la F1. Bruce McLaren obtiene la primera victoria de un monoplaza de F1 construido y desarrollado por su propio piloto

Bruce apenas tenía veintiún años cuando atrajo la atención sobre él por primera vez: en el gran premio de Alemania de 1958, al volante de un Cooper F2, obtuvo la 5ª posición. El año siguiente, Cooper le incluía en el equipo de los grandes premios, donde permaneció fiel hasta 1965.

Jack Brabham, del que había sido compañero en Cooper, le mostró el camino a seguir creando su propia marca de vehículos de competición en 1962. Estando Cooper en una curva descendente, McLaren finalmente se decidió por hacer lo mismo. Tras una barqueta propulsada por un potente motor Chevrolet construida en 1963, abordó la F1 como constructor en 1966, con una cilindrada multiplicada por dos aquel mismo año para pasar de 1.500 cm3 a los 3 litros.

La dificultad era encontrar motores competitivos que respondieran a las nuevas normas. Ferrari, gracias a su rico pasado con los V12 en resistencia, disponía de sólidas bases para crear un motor así. Fue Brabham el que ganó en el rastreo de motores, optando por un V8 aparentemente simplista desarrollado en Australia por la firma Repco con un bloque motor de serie tomado de Oldsmobile. Los Brabham-Repco fueron campeones del mundo en 1966 y 1967. Durante este tiempo, McLaren se aventuraba en soluciones (Ford Indy) tan variadas como infructuosas.

Motor soñado y dúo neozelandés

Todo cambió en 1967 gracias a la aparición de un motor fabricado por Cosworth, estrenado favorablemente por Lotus y lanzado con un éxito considerable en la F1 a partir de 1968. McLaren no lo dudó, después de dos años de zozobra disponía al fin del motor soñado. Su ingeniero jefe, Robin Herd, se lució diseñando un F1 sobrio y equilibrado, el M7A. Sabiendo que la temporada 1968 sería decisiva para su negocio, Bruce McLaren no dudó en convencer a su amigo y compatriota neozelandés Denis «Denny» Hulme en unirse al equipo. Acertada apuesta sin duda.

El campeonato se inicia en una extraña fecha, el 1º de enero en Kyalami, donde fueron alineados los monoplazas de la temporada precedente, ya que nadie estaba aún preparado. Jim Clark aprovecha para obtener la que sería la última victoria en carrera deportiva. Los nuevos F1 no aparecieron hasta marzo en la Race of Champions de Brands Hatch y después en abril en el International Trophy de Silverstone.

Realmente el McLaren M7A resultaba espectacular con el color naranja, "¡papaya!" de acuerdo con su constructor, de su carrocería
Realmente el McLaren M7A resultaba espectacular con el color naranja, «¡papaya!» de acuerdo con su constructor, de su carrocería

Aunque ambas fuera del campeonato, estas carreras despertaron mucho interés. Con sus nuevos F1, McLaren y BRM llamaron mucho la atención. Especialmente McLaren, cuyos M7A con un espectacular color naranja («Su color no es naranja… ¡es color papaya!», precisaba McLaren) tuvieron unos inicios espectaculares: victoria de Bruce en Brands Hatch y, después, doblete HulmeMcLaren en Silverstone.

En el gran premio de España, un problema con la caja de cambios obligó a Hulme a ceder la victoria al Lotus de Graham Hill. El británico repetiría victoria en Mónaco, donde se le consideraba prácticamente invencible, antes de llegar a Spa-Francorchamps, para el muy exigente gran premio de Bélgica.

El comienzo de la temporada hacía presagiar una carrera muy competitiva: a los Lotus 49B de Graham Hill y Jackie Oliver, los McLaren de Bruce y «Denny» Hulme y el Matra MS10 de Jackie Stewart, todos ellos propulsados por el magnífico Ford-Cosworth V8, se enfrentaban formidables máquinas animadas por motores, teóricamente al menos, más formidables aún: los V12 ultra-potentes y de una sonoridad fascinante. Ferrari, con Chris Amon y Jacky Ickx, encabezaba este grupo, que componía también los nuevos y veloces BRM, entre los que destacaba el P133 de Pedro Rodríguez, así como el Honda RA301, en manos de John Surtees, que pasaba por ser el más potente de todos ellos.

Sorpresa: la parrilla de salida no reflejaba realmente las fuerzas presentes, a pesar incluso de que los Ferrari de Amon e Ickx flanqueaban al Matra-Ford de Stewart en la primera línea. En efecto, el viernes, muy pocos monoplazas estaban aún preparados, y como el sábado la lluvia cayó sin cesar, la jerarquía de los entrenamientos se mostró caótica. McLaren, que se colocaba a casi 9 segundos de la «pole» de Amon, estaba en la tercera línea de salida.

Stewart y Rodríguez sin gasolina

La salida daba lugar a un torrente ensordecedor y espectacular. Después de una vuelta, los V12 marcaban una ligera ventaja ocupando las tres primeras posiciones. John Surtees colocaba su Honda entre los Ferrari de Chris Amon, que encabezaba la carrera,  y el de Jacky Ickx, cuyo motor pronto comenzó a sonar en 11 cilindros, a pesar de lo cual conseguiría resistir hasta el final.

A pesar de que la victoria parecía cercana, Bruce McLaren tuvo que afrontar el último ataque de Pedro Rodríguez, si bien, para entonces, el mexicano ya no tenía suficiente combustible en su BRM
A pesar de que la victoria parecía cercana, Bruce McLaren tuvo que afrontar el último ataque de Pedro Rodríguez, si bien, para entonces, el mexicano ya no tenía suficiente combustible en su BRM

La persecución estaba comandada por Denis Hulme y Jackie Stewart, mientras que Bruce McLaren se mantenía lejos de ellos. Varios abandonos se encargarían de ir aclarando pronto la situación, el peor el del Cooper-BRM de Brian Redman, gravemente accidentado tras una rotura de suspensión. Retirado Amon, Surtees contaba con 15 de segundos de ventaja sobre Hulme, cuando también abandonaba en la 11ª vuelta de las 28 totales. El McLaren «papaya» del campeón del mundo estaba acosado por el Matra azul de Stewart y McLaren colocaba su propio M7A en la tercera posición después de haber rebasado a los BRM y al «petardeante» Ferrari de Ickx.

Hulme terminaba también por abandonar (rotura de transmisión), dejando el liderato de la carrera a Stewart con medio minuto de ventaja sobre «Bruce Mac», como se le decía entonces, al que Pedro Rodríguez (BRM) no le concedía el menor respiro.

De repente, en la vuelta 27ª, se produce un golpe teatral: el Matra de Stewart comienza a fallar por… ¡falta de combustible! por lo que el escocés lo conduce hasta su taller para un repostaje de combustible. Su carrera estaba perdida… en buena hora para McLaren que, a pesar de todo, tuvo que afrontar un último ataque de Rodríguez en la frenada de la horquilla de «Source»; aunque el mexicano, con su BRM también muy escaso de combustible, tendría que contentarse con acabar la carrera gracias a su propio impulso.

Así fue como Bruce McLaren tuvo la fortuna de conseguir su primera victoria en el campeonato del mundo con un F1 llevando su nombre. Aquella fue también la cuarta y última victoria que consiguió inscribir en su palmarés. Dos años después, el 2 de julio de 1970, encontraría la muerte probando, en el circuito de Goodwood, uno de sus formidables Can-Am que le habían reportado numerosos y espectaculares éxitos en América del Norte. En 2013, el año del 50º aniversario de la creación del equipo McLaren, su magia aún se mantiene viva.


1968 - McLaren SpaPodio

 

              Clasificación final

  1. Bruce McLaren (McLaren-Ford M7A) – 1h 40’02»1 (236,797 km/h)
  2. Pedro Rodríguez (BRM P133) a 12’’1
  3. Jacky Ickx (Ferrari 312) a 39»6
  4. Jackie Stewart (Matra-Ford MS10) a 1 vuelta.
  5. Jackie Oliver (Lotus-Ford 49B) a 2 vueltas.
  6. Lucien Bianchi (Cooper-BRM T86B) a 2 vueltas. 

 

(*) Johnny Rives trabajó en la rúbrica “auto” de L’Equipe de 1960 a 1996, en Sport-Auto de 1973 a 1980 y en la TF1 (Televisión francesa) de 1993 a 1996.

(Traducción de Santiago Criado)

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