Con su título de campeón ya confirmado el pasado fin de semana, Max Verstappen, lejos de relajarse, decidió mostrar una vez más su gran espíritu competitivo, marcando el mejor tiempo en calificaciones y, a pesar de que los comisarios FIA tras una decisión muy controvertida decidieran penalizarle con una posición en parrilla, dominar la carrera de principio a fin, sin conceder a sus adversarios la más mínima oportunidad, resistiendo con mano firme los ataques de su más directo rival, Lando Norris, que tan solo consiguió emparejarse con él en dos momentos puntuales de la carrera. Tras sus siete victorias obtenidas en las diez primeras carreras del año, en las que su Red Bull parecía muy superior a sus competidores, las dos conseguidas en las últimas tres carreras disputadas, muestran su enorme calidad al volante ya que en ellas su monoplaza no se mostraba como el más firme candidato para alzarse con ellas.
La decepción del equipo Red Bull vino, una vez más, de la mano de Sergio Pérez, al que después de una gris calificación, noveno mejor tiempo, un problema mecánico le obligó a un prematuro abandono. Además de sus tristes actuaciones, la suerte tampoco parece acompañar este año al mexicano, al que muchos siguen viendo fuera del equipo para la próxima temporada.
Decidido el título de pilotos, la lucha por el campeonato de constructores sigue abierta. La ...
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