Momentos estelares del mundo del motor. Años sesenta.

(Extractos tomados de Sport Auto)

 1963 – JIM CLARK – Indianapolis

1963 - Jim Clark Indy

El robo, en estado puro. A los norteamericanos no les gustaba mucho que un endeble Lotus F1 ridiculizase a sus enormes “transatlánticos” con motor delantero. Tampoco que un escocés, Jim Clark, rebasase a todo el pelotón hasta situarse al rebufo de Parnelli Jones a 20 vueltas de la llegada de las 500 Millas de Indianápolis.

De pronto una enorme humareda negra sale de los tubos de escape de Jones, Jim Clark levanta ligeramente el pie, seguro de su victoria, ya que en Indy todo monoplaza que perdía aceite era detenido con bandera negra, pero, en aquella ocasión, ésta nunca apareció. Al día siguiente, el San Francisco Chronicle habló de “carrera trucada”, y la mayor parte de los diarios americanos le siguieron el paso.

El piloto americano Eddie Sachs, que había chocado contra un muro, derrapando sobre el aceite vertido por Parnelli Jones, era de la misma opinión. Se lo hizo comprender personalmente al vencedor, propinándole un puñetazo el pie del pódium.

1967 – JACKY ICKX – G.P. Alemania (Nürburgring

1967 - Jacky Ickx Nurburg

De repente, los príncipes de la F1 repasaban sorprendidos las hojas de tiempos, verificando el tiempo marcado por Jacky Ickx con un Matra F2 del equipo Tyrrell. Veinte segundos mejor que el Lotus F2 oficial de Jackie Oliver, un segundo menos que Denny Hulme, que compartía con Jim Clark la primera línea del Gran Premio de Alemania ¿Dónde estaban Jackie Stewart, Graham Hill, Dan Gurney, John Surtees, Jack Brabham…?

Todos batidos, así como los otros diez pilotos de F1. El propio Ken Tyrrell, también sorprendido, pidió calma a su piloto.

Consejo pronto olvidado. 18º en la parrilla, ya que en Nürburgring los F2 salían detrás de los F1, después de cuatro vueltas ya se encontraba en la 5ª posición y cuando se preparaba para rebasar a Jack Brabham, la suspensión de su Matra MS7 decidió no ir más lejos.

¿Por qué misteriosas razones este muchacho del “Ring” no consiguió nunca ser campeón del mundo? Solo el propio Ickx tiene la respuesta.

1967 – JIM CLARK – Gran Premio de Italia (Monza)

1967 - Jim Clark Monza

Desde la salida, se había escapado, pero en la vuelta 13ª, ha de parar en sus talleres para revisar la rueda trasera derecha de su Lotus. Una vuelta más tarde, entra de nuevo en talleres a cambiar una rueda pinchada. Regresa a la pista en 17ª posición con más de una vuelta de retraso respecto a los líderes de la carrera.

En la vuelta 17ª, se desdobla. Después rebasa a Jo Bonnier, Jacky Ickx, Mike Spence, Jo Siffert, Giancarlo Baghetti, Jochen Rindt y John Surtees, hasta llegar, en la vuelta 61ª, a superar a Jack Brabham y recuperar la plaza que nunca hubiera debido perder, la primera. En la última vuelta, su Lotus 49 sale de la Parabólica “tosiendo” por falta de gasolina. Consigue la tercera plaza del pódium del Gran Premio de Italia, aunque hubiera merecido cien veces la primera. Era el más fuerte, el más grande. Simplemente, era… Jim Clark.

1968 – HENRI PESCAROLO – 24 Horas de Le Mans

1968 - Pescarolo Mans

El gran “Pesca” acaba de dormirse en su caravana, un alma en paz. Su Matra 530 era segundo cuando dejó el volante a Johnny Servoz-Gavin. Un puño golpea su puerta despertándole. El limpiaparabrisas del auto se ha averiado. Cegado por la lluvia, Servoz renunciaba a seguir en carrera. Con su voz lenta, Henri Pescarolo dice que ese no es un motivo suficiente para abandonar. Se coloca nuevamente el casco y sale a pista. Todo el mundo cree que para una vuelta, lo justo para analizar la situación, pero “Pesca” no se detiene.

Durante tres horas, pilota sin limpiaparabrisas bajo la lluvia torrencial que cae sobre el circuito, sin perder su posición. “Cada vez que pasaba por la línea de talleres, me convencía que debía parar en la vuelta siguiente. Sabía que nadie me reprocharía nada, es más, me felicitarían por haberlo intentado. Esa noche sentí un loco placer conduciendo.” Realmente, loco es la palabra adecuada para definirlo.

Su Matra “muere” por la mañana. Explosión de un neumático, comienzo de incendio… Entonces Henri Pescarolo se marcha a dormir definitivamente.

1968 – JACKIE STEWART – G.P. Alemania (Nürburgring)

1968 - Stewart Nurburg

Lluvia, niebla, en definitiva, el infierno. Jacky Ickx se levanta de la cama sonriente, tiene la “pole” y el infierno no le produce ningún miedo. Pero el belga olvida un pequeño detalle…, Jackie Stewart.

El escocés lleva el puño vendado, recuerdo de un accidente en F2, pero cuenta con los neumáticos Dunlop, los mejores en condiciones de lluvia. En el primer paso por meta, su Matra MS10 posee ya 8 segundos de ventaja sobre el pelotón. La diferencia asciende a 34 segundos en la segunda vuelta, 47 en la tercera… Cuando Jackie Stewart pasa, los espectadores tienen tiempo de beber un par de cervezas antes de oír el motor de Graham Hill resonar en las montañas de Eifel.

El escocés atraviesa la línea de llegada con cuatro minutos de ventaja sobre Graham Hill y Jochen Rindt, cinco sobre Jacky Ickx, seis sobre Jack Brabham… En cualquier otro circuito, hubiera supuesto sacarles tres vueltas. Aquel día, bajo la lluvia y la niebla, había nacido un campeón del mundo.

1968 – MARIO ANDRETTI  – G.P. Estados Unidos (Watkins Glen)

1968 - Andretti USA

Los pilotos de F1 habían oído hablar vagamente de ese Mario Andretti que había ganado dos títulos Indy y las 500 millas de Daytona, pero no sabían mucho más de él, en aquella época, el menosprecio hacia los pilotos USA imperaba en este lado del Atlántico.

Con solo un gran premio, Mario Andretti iba a dejarles su carta de presentación. Colin Chapman, siempre dotado de un agudo olfato, confía al piloto italo-americano un tercer Lotus 49B para el Gran Premio de los Estados Unidos, penúltima carrera de aquella temporada. El primer día de los entrenamientos, Andretti causa buena sensación. Al día siguiente, arrebata la “pole” a los “brazos fuertes” de la época. A Graham Hill y Jackie Oliver, sus compañeros de equipo, se les quedó muy mala cara. Jackie Stewart, Jacky Ickx, Chris Amon, Jochen Rindt y el resto, se quedaron boquiabiertos. Jamás en la historia de la F1 un piloto había conseguido la “pole” en su primer Gran Premio.

1969 – ROLF STOMMELEN  – 24 Horas de Le Mans

1969 - Stommelen Mans

Nada más aparecer, el Porsche 917 ya tenía muy mala reputación. En Le Mans los pilotos oficiales no se peleaban por conducirlo. Rolf Stommelen, este hombre delgado que siempre llevaba gafas, se encarga de cumplir fríamente la tarea, conseguir la “pole”: 3’22’’9 a 239 km/h de media. El Porsche 917 LH rebasa los 360 km/h de punta en la larga recta de Hunaudières. Para aquella época, era la barrera del sonido. Todos los puestos de comisarios de Hunaudières telefonean a la dirección de carrera solicitando parar al Porsche, que se bambolea de un extremo al otro en la larguísima recta. Al día siguiente, Stommelen coloca los alerones del 917 en posición fija, pues la CSI (Commission Sportive Internacional) acababa de prohibir los alerones móviles.

Entonces, el monstruoso 917 aún no estaba dispuesto para ponerlo en manos de cualquiera. En la primera vuelta de la carrera, el piloto privado John Wolfe perdió al vida en Maison Blanche al volante de uno de ellos. El día anterior, su compañero de equipo Digby Martland había declarado “forfait”, al considerar que el 917 era demasiado rápido para un aficionado.

1969 – JACKY ICKX – 24 Horas de Le Mans

1969 - Ickx - Mans SalidaJacky Ickx detesta las salidas tipo “Le Mans”, que incitan a los pilotos, para ganar posiciones, a arrancar sin ponerse el cinturón de seguridad. Entonces, en el momento de la salida, decide ir caminando hacia su Ford GT40, mientras que el resto de pilotos atraviesan la pista corriendo. Hay que tener agallas, con sus 23 años, para desafiar así al poder deportivo.

1969 - Ickx - Mans LlegadaVeinticuatro horas más tarde, inicia la última vuelta con una escasa ventaja sobre Hans Herrmann. La noche ha sido cruel, los Porsche 917 han desaparecido, el 908 de Herrmann y Gérard Larrousse está herido. El GT40 ha recuperado el terreno voluntariamente perdido por Ickx en la salida. Desde hace tres horas, el Ford y el Porsche no se separan, se doblan y se vuelven a doblar. Herrmann rebasa a Ickx en Tertre Rouge, pero Ickx le responde en Hunaudières. Todo se ha acabado, el viejo piloto alemán rinde sus armas, ha sido vencido. Ickx y Oliver ganan la edición más emocionante de las 24 Horas de Le Mans. Ickx tenía razón, no servía de nada correr.

1969 - Ickx Ford GT40 Mans

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