Laurent Chevalier / Redactor general adjunto Sport Auto (julio 2020)
Resulta imposible disfrutar del «saber hacer» de Weissach sin tomar el volante de los iniciadores de la gran serie de los Porsche GT. Un reencuentro en la cima de la deportividad
Porsche 911 GT1 (1996) – La Gioconda de Porsche
No, el clan de los «supercars» no es la última fase del proceso, aún hay un escalón por encima de él: el 911 GT1, derivado civil del sport-prototipo, nacido por necesidades de la competición en un bello día de 1996. Ni más ni menos que primo hermano de la versión victoriosa en las 24 Horas de Le Mans de 1998. Resumiendo: el GT1 no está condicionado por ningún compromiso formal.
Street Version sería mucho decir, ya que su utilización es inadaptada para la carretera. El propietario del modelo probado confiesa no haber realizado jamás un trayecto de más una jornada, ida y vuelta, a su volante. Sorprendente, ya que la mayoría de nosotros soñaría con un París-Sevilla (1.750 km.) a sus mandos. Pero con el uso, enseguida se hace necesario revisar este juicio precipitado.
Al volante, con su primer giro de ruedas se percibe el error de nuestra apreciación inicial. En cuanto a la ergonomía, la visibilidad y el espacio inexistentes se añade un habitáculo sobrecalentado a pesar de la climatización en el cual los claustrofóbicos rozarán la taquicardia. Para concluir, el 911 GT1 es uno de los escasos Porsche totalmente impropio para la carretera. A pesar de todo, hacerle evolucionar sobre el asfalto ofrece un espectáculo incomparable. No tiene la fineza de un Aston Martin ni la gracia de un Ferrari. Es bestial, literalmente pegado al suelo y su agresividad parece un ultimátum.
Bajo su toma de aire, inaugura el flat-6 refrigerado por agua y la caja de cambios del 996. Tan pronto como se acciona el encendido, las vibraciones generadas son terroríficas. EL GT1 no sorprende, asusta; no intimida, deja estupefacto. En comparación, desde el punto de vista de las sensaciones, a su lado un Aventador SVJ parece un auto casi normal.
A bordo, el flat-6 biturbo (3,2 litros y 544 C.V.) catapulta sus 1.150 kg anunciados con una violencia indescifrable y su margen de utilización, muy reducido, duplica el fenómeno. Incluso si su aceleraciones se sitúan hoy el nivel de los GT (el 0 a 100 km/h realizado en 3»9 y los 1.000 metros salida parada recorridos en 20»8), el ambiente de fin del mundo que genera, no parece provenir de algo con cuatro ruedas.
En términos de comportamiento, su lado radical transpira de la misma forma. Las vías ensanchadas y la dirección ultra-directa no dejan ningún lugar para la improvisación. Conviene evitar los revestimientos irregulares y anticiparse a cualquier bache.
Para acabar, el 911 GT1 continúa siendo una de las máquinas más fantástica y más asombrosa jamás producida.
Porsche 911 GT2 – 996 (2001) / Producto extremo
El GT2 – 996 es sin duda infinitamente menos radical que el GT1, pero los ingenieros de Weissach tuvieron con él la ocasión de hacer saltar los plomos.
A la irreprochable seriedad del conjunto de la gama 911. el GT2 responde con las soluciones más sorprendentes destinadas a una clientela de iniciados: chasis reforzado prestado por el 911 Turbo pero con dios ruedas motrices, peso revisado a la baja y golpe de potencia del flat-6 turbo. Sin contar con el eje trasero del GT3 y la barra estabilizadora de cuatro posiciones, altura de carrocería ajustable y cojinetes de ruedas reforzados para permitir la colocación de sliks, o incluso las vías que pueden ajustarse en función de las características de los neumáticos utilizados.
Desembarazándose de la transmisión delantera y de ciertos elementos de confort, el GT2 gana casi un quintal, o sea, 1.450 kg. reivindicados para 462 CV. A pesar de que actualmente este nivel de potencia no es tan raro, continúa siendo extraordinario. En su uso, el empuje del flat-6 resulta sorprendente, incluso exagerado si se juzga por su capacidad de puesta en velocidad. Piensas ir rodando a 200 km/h, cuando la aguja del cuentakilómetros indica ya los 250 km/h., y cuando tratas de alcanzar los 250 km/ el taquímetro roza ya los 300 km/h.
En cuanto al capítulo de sus defectos, en revancha, el GT2 tipo 996 se encuentra lejos del rigor del actual GT2 RS tipo 991. En caso de fuertes aceleraciones, su tren delantero busca la dirección recta, en detrimento de la precisión de conducción y, globalmente, carece de finura en sus correcciones. Es la contrapartida de la artillería pesada desplegada. Dicho esto, con respecto al modo de empleo, especialmente en lo que concierne a los cortes de gas sobre calzada húmeda, su conducción no resulta engañosa. Conviene recordar que en su época, de muy pocos concurrentes tan radicales se podría decir lo mismo.
El GT2 sigue aún en la cumbre de un arte, en el que la bestialidad no excluye ni la seriedad, ni la eficacia.
Porsche 911 GT3 – 996 (1999) / Justo medio
Frente a estos dos aliens, el 911 GT3 tipo 996 parece casi prudente. Peor no conviene creer que entra en lo común. Dispone de activo innegable: su homogeneidad.
¿Su flat-6 no tiene turbos? Tanto mejor, eso le incluye perfectamente en la imgane de del auténtico auto deportivo. Su agilidad y su precisión de conducción continúan siendo un ejemplo de escuela en la categoría de los GT refinados. Aquí no hay entrada de aire forzado, tan solo sus 360 CV (100 CV/litro) y una regularidad de funcionamiento notable. Su motor es una maravilla, tanto que la correlación motor / caja de cambios es perfecta, con todo lo eso significa en términos de margen de utilización y escalonamiento de marchas. Mejor aún, el GT3 es capaz de asestar uppercuts satisfaciendo a los melómanos.
¿La aceleración? En primer lugar, está ese sonido inimitable y las variaciones de entonación que te ponen la carne de gallina, incluso a bajo régimen; y acercándose al limitador, ya se roza el éxtasis. En cuanto al sensación de empuje, no tiene nada que ver con el de un 911 Turbo. Cuando este último te proyecta hacia adelante a grandes golpes de sobrealimentación, el GT3 aúlla y prolonga la aceleración que parece no acabar nunca.
Con su distancia al suelo abatida, sus reglajes de suspensión optimizados y su dotación neumática más generosa, el GT3 es imperial, sea cual sea el ritmo de conducción. Su dirección, nivel de adherencia o agilidad a baja velocidad roza lo impecable, lo que se traduce en un manejo perfecto en el que se unen una absoluta eficacia y un nivel de confort aceptable. En resumen, un especie de compromiso ideal que hace que esta serie, limitada a poco menos de 2.000 ejemplares, se mantenga grabada en los bloc-notes de los expertos.
Inútil precisar que el balanceo o la inclinación en las fuertes frenadas están perfectamente neutralizados. La dirección está fabricada con el mismo molde y las informaciones que transmite permiten al conductor no perder jamás el hilo de la historia. En las grandes curvas, el GT3 se fija al suelo como sobre raíles. Cuanto más se incrementa el ritmo, el GT3 aumenta su distancia con respecto a la concurrencia.
Fichas técnicas / Prestaciones
Porsche 911 GT1
- Año fabricación: 1996.
- Número de ejemplares fabricados: 25.
- Motor: flat-6, biturbo.
- Cilindrada: 3.163 cm3.
- Potencia máxima: 544 CV a 7.000 r.p.m.
- Potencia al litro: 171 CV.
- Par motor máximo: 61,2 mkg a 4.250 r.p.m.
- Transmisión: ruedas traseras / 6 cambios mecánicos.
- Autoblocante: en serie.
- Peso verificado: 1.150 kg.
- Relación peso/potencia: 2,1 kg / CV.
- Velocidad máxima: 306 km/h.
- 400 metros salida parada: 11»7.
- 1.000 metros salida parada: 20»8.
- 0 a 100 km/h: 4»0.
- 0 a 200 km/h: 10»6.
Porsche 911 GT2 – 996
- Año fabricación: 2001.
- Número de ejemplares fabricados: 1.287.
- Motor: flat-6, biturbo.
- Cilindrada: 3.600 cm3.
- Potencia máxima: 462 CV a 5.700 r.p.m.
- Potencia al litro: 128 CV.
- Par motor máximo: 63,2 mkg a 3.500 r.p.m.
- Transmisión: ruedas traseras / 6 cambios mecánicos.
- Autoblocante: en serie.
- Peso verificado: 1.440 kg.
- Relación peso/potencia: 3,1 kg / CV.
- Velocidad máxima: 315 km/h.
- 400 metros salida parada: 12»3.
- 1.000 metros salida parada: 21»9.
- 0 a 100 km/h: 4»1.
- 0 a 200 km/h: 12»9.
Porsche 911 GT3 – 996
- Año fabricación: 1999.
- Número de ejemplares fabricados: 1.858.
- Motor: flat-6.
- Cilindrada: 3.600 cm3.
- Potencia máxima: 360 CV a 7.200 r.p.m.
- Potencia al litro: 100 CV.
- Par motor máximo: 37,7 mkg a 5.000 r.p.m.
- Transmisión: ruedas traseras / 6 cambios mecánicos.
- Autoblocante: en serie.
- Peso verificado: 1.350 kg.
- Relación peso/potencia: 3,7 kg / CV.
- Velocidad máxima: 302 km/h.
- 400 metros salida parada: 13»3.
- 1.000 metros salida parada: 23»8.
- 0 a 100 km/h: 5»3.
- 0 a 200 km/h: 17»2.
(Traducción de Santiago Criado)