Spa-Francorchamps, 7 de junio de 1970

Muchos decenios antes que Sergio Pérez, México tuvo dos héroes: los hermanos Rodríguez. Pedro, el mayor de ellos, libró un duelo de antología con Chris Amon para imponerse en un memorable gran premio de Bélgica.

Las prestaciones conseguidas a lo largo del campeonato 2012 por el venezolano Pastor Maldonado y por el mexicano Sergio Pérez reavivan el recuerdo de unos de los más famosos campeones automovilísticos de América Latina: los hermanos Rodríguez, de los que el circuito de México lleva actualmente su nombre.

Le Mans 1958 - Pedro junto a su hermano Ricardo y al patriarca Rodríguez, D. Ricardo
Le Mans 1958 – Pedro junto a su hermano Ricardo y al patriarca Rodríguez, D. Ricardo

Ricardo y Pedro ocupaban titulares desde que en 1958 desembarcaron en Le Mans desde su México natal para disputar las 24 Horas al volante de un Ferrari 500 TR. A pesar de la extraordinaria reputación que los acompañaba, uno de ellos, Ricardo, vio rechazada su inscripción por ser… ¡demasiado joven! Nacido el 14 de febrero de 1942, acabada de cumplir sus… ¡¡¡dieciséis años!!! Por el contrario, Pedro, dieciocho años, fue aceptado. Aquellas fueron sus primeras 24 Horas de Le Mans en asociación con José Behra, hermano del ya consagrado Jean.

Al año siguiente, los hermanos Rodríguez fueron aceptados en Le Mans, a pesar de que Ricardo no había cumplido aún los dieciocho años. El haberse inscrito con un pequeño Osca 750 ayudó mucho a que los organizadores hiciesen un poco la vista gorda.

Le Mans 1959 - Ricardo Rodríguez, pensativo al volante del Osca S750 que tan solo resistió 32 vueltas en pista (avería en la bomba de agua)
Le Mans 1959 – Ricardo Rodríguez, pensativo al volante del Osca S750 que tan solo resistió 32 vueltas en pista (avería en la bomba de agua)

Tan solo un año después, Ricardo, en compañía del belga André Pilette, se clasificaba segundo de las 24 Horas al volante de un Ferrari 250 TR idéntico al de los vencedores, Olivier Gendebien y Paul Frère. A pesar de estar inscrito por el equipo de fábrica, Pedro no tuvo la misma fortuna, su Testa Rossa, ante una lamentable metedura de pata de la Scuderia, se quedaba sin gasolina al final del primer relevo.

 

 

El más joven, el más rápido

En 1961, los hermanos Rodríguez tocaban el cielo terminando terceros en las 12 Horas de Sebring, segundos en los 1.000 Kilómetros de Nürburgring y animando con maestría, antes de adjudicárselos, los 1.000 Kilómetros de París. Entre Ricardo y Pedro se había establecido, no se sabría decir porqué ni cómo, una jerarquía: el más joven pasaba por ser el más rápido de ambos.

Por otra parte, Enzo Ferrari hacía debutar a Ricardo Rodríguez en F1, cuando aún  no había cumplido los veinte años, en un gran premio de Italia de 1961 de nefasto recuerdo; el accidente mortal del más que probable futuro campeón del mundo Wolfgang von Trips había supuesto también la muerte de una decena de espectadores.

En 1962, Ricardo se convertía en miembro de pleno derecho en la Scuderia Ferrari, triunfando (con Willy Mairesse y Oliver Gendebien) en la Targa Florio, clasificándose segundo, por detrás de Maurice Tritignant, en el gran premio de Pau (no puntuable para el campeonato) y después cuarto en el gran premio de Bélgica. Todo ello y a pesar de que se trataba de un año «sin» para el equipo Ferrari, que muy desmotivado, renunciaba a los grandes premios del fin de temporada para preparar mejor 1963.

De golpe, Ricardo acordaba con Rob Walker pilotar su Lotus F1 en el gran premio de México. Decisión que resultaría fatal: un accidente el primer día de entrenamientos le costaría la vida cuando no había cumplido aún los veintiún años…

Este terrible suceso no iba a impedir que, desde 1963, Pedro continuase con su carrera en resistencia y, episódicamente, en F1. Manteniendo honorablemente su valoración como piloto, tras algunas temporadas de paciencia, era contratado por el equipo Cooper-Maserati en 1967. Desde entonces, los triunfos comenzaron a sonreírle. El más inesperado fue el obtenido en el gran premio de África del Sur, ya que los Cooper-Maserati no estaban entre los mejores en aquella época.

Esta sensacional victoria transformó la visión que se tenía de Pedro Rodríguez. Finalmente era reconocido como uno de los grandes, a imagen de lo que había sido, sin duda en detrimento suyo, su joven hermano desaparecido cinco años antes.

En 1969, Ferrari y BRM se disputan su talento. Al año siguiente, opta por la firma de Bourne que inicia una buena recuperación. En 1970, el ingeniero Tony Southgate diseña el BRM P153, un éxito.

Duelos leales en Spa

Con este espléndido F1, llevando los colores de Yardley, Pedro obtiene el 7 de junio de 1970, la victoria más importante con la que podía soñar: el gran premio de Bélgica, en el gran circuito de Spa-Francorchamps, al término de inolvidable duelo con Chris Amon (March), al que superó tan solo por 1»1. Finalmente, terminaría esa temporada en séptima posición del campeonato con 23 puntos.

7 junio 1970 - Pedro Rodríguez al volante de su BRM P153 obtendría la que sería su segunda, y última, victoria en sus 54 carreras disputadas en la F1
7 junio 1970 – Pedro Rodríguez al volante de su BRM P153 obtendría la que sería su segunda, y última, victoria en sus 54 carreras disputadas en la F1

A pesar de la brillantez obtenida por esta victoria, los éxitos que marcaron profundamente su carrera fueron los triunfos que Pedro Rodríguez consiguió encadenar en resistencia a lo largo de las temporadas 1970 y 1971 al volante de los Porsche 917 con los colores Gulf (azul celeste y naranja) de John Wyer.

Ya, en 1968, Pedro había brillado con estos colores imponiéndose en el prueba en la que él y Ricardo habían intentado participar diez años antes: las 24 Horas de Le Mans. Acompañado por Lucien Bianchi, obtuvo la victoria con un Ford GT40.

Pero cuando dispuso del formidable Porsche 917, dio la impresión de que aquel monstruoso prototipo estaba concebido para él y sacó su quintaesencia con asombrosa facilidad. En 1970, triunfó en Daytona, Brands Hatch, Monza y Watkins Glen con el finlandés Leo Kinnunen como compañero de equipo. En 1971, Pedro continuaría su serie victoriosa, en esta ocasión con Jackie Oliver como compañero: Daytona, Monza, Spa-Francorchamps, Zeltweg

17 mayo 1970 / Spa-Francorchamps - A más de 250 km/h, Pedro Rodríguez (25) y Jo Siffert (24) rozan los flancos de sus Porsche 917 en Eau Rouge
17 mayo 1970 / Spa-Francorchamps – A más de 250 km/h, Pedro Rodríguez (25) y Jo Siffert (24) rozan los flancos de sus Porsche 917 en Eau Rouge

Cuando no era Pedro el que se imponía, era Jo Siffert quien provocaba la derrota de los Ferrari. Paradójicamente, su rivalidad, aunque enconada, estaba marcada por la lealtad. Aún se recuerda a los dos Porsche 917 en el circuito de Spa abordando flanco con flanco la curva de Eau Rouge a más de 250 km/h… ¡¡¡sin que tan escabrosa situación terminase en desastre!!!

A pesar de Jacky Ickx, Mario Andretti, Clay Regazzoni o Mike Parkes, los Ferrari 512 M siempre terminaban derrotados. Por una cruel ironía del destino, sería al volante de uno de ellos, en un carrera del campeonato Interserie alemán, en el que Pedro perdió la vida en el circuito de Norisring el 11 de julio de 1971.

             

1970 - Spa05 Podio

Clasificación final

  1. Pedro Rodríguez (BRM P153) – 1h 38’9»9 (241,308 km/h)
  2. Chris Amon (March-Ford 701) a 1’’1
  3. Jean Pierre Beltoise (Matra MS120) a 1’43»7
  4. Ignazio Giunti (Ferrari 312B) a 2’38»5
  5. Rolf Stommelen (Brabham-Ford BT33) a 3’31»8
  6. Henri Pescarolo (Matra MS120) a 1 vuelta.

 

 

Johnny Rives / Sport Auto – Julio 2012 / Johnny Rives trabajó en la rúbrica “auto” de L’Equipe de 1960 a 1996, en Sport-Auto de 1973 a 1980 y en la TF1 (Televisión francesa) de 1993 a 1996.

 

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